La muerte celular puede ser de dos formas: apropiada o inapropiada. La muerte celular apropiada suele ser programada y se realiza mediante apoptosis. La apoptosis solo se activa en las células que están destinadas a morir. Esta no es para nada dañina, siendo esencial para un desarrollo adecuado. Sin embargo, la muerte celular inapropiada consiste en la destrucción de una célula que no estaba destinada a morir. Esta puede tener diferentes formas, entre las que destacan las necróticas y las apoptóticas. El inicio erróneo de la apoptosis es junto a la necrosis, las muertes celulares más comunes.
Estos dos métodos son muy distintos entre si. Mientras que las células apoptóticas presentan compactación nuclear, condensación de la cromatina, fragmentación del ADN, vesiculación de la membrana celular y desintegración de la célula en múltiples vesículas, las células necróticas presentan tumefacción(hinchazón) mitocondrial, dilatación del retículo endoplasmático y vacuolación del citoplasma. Las células hinchadas eventualmente se lisan y el contenido celular se libera al espacio intercelular, provocando una inflamación.
Una célula puede sufrir necrosis o apoptosis dependiendo de a qué estímulo son sometidas. Enfermedades como el Alzheimer y Parkinson están asociadas a procesos de necrosis.
Los procesos de muerte celular pueden ser iniciadas a causa de señales extrínsecas(ambiente hostil) e intrínsecas(mutaciones genéticas). También la exposición o ingesta de sustancias tóxicas y detergentes, ácidos y oxidantes pueden provocar muerte celular.
El incremento del calcio intracelular y el estrés oxidativo son algunos factores que pueden provocar necrosis. El calcio intracelular participa en los mecanismos de apoptosis y es un efector central de la necrosis. Tratamientos que inhiben la liberación de calcio desde el retículo endoplasmático protegen contra la muerte celular, mientras que los que químicos que aumentan la liberación de calcio, provocan muerte celular.
Las células sufren necrosis cuando son expuestas a estrés extremo. Todas las células poseen mecanismos homeostáticos elaborados que pueden mantener el compartimiento interno estable pero las condiciones adversas que superan la capacidad de estos mecanismos dañan y pueden causar muerte celular. La necrosis se considera la ruptura caótica de la célula en condiciones intolerables.
Las proteasas lisosomales y citoplasmáticas han sido involucradas en la ejecución de la necrosis. Los cambios lisosomales se correlacionan con el envejecimiento y las patologías neurodegenerativas asociadas al envejecimiento.
La apoptosis o muerte celular programada es un proceso fundamental durante el desarrollo del sistema nervioso. Las células destinadas a morir son destruidas a través de eventos cuidadosamente definidos por numerosos genes. La muerte celular parece ser crítica para el origen y progresión de muchas patologías neurológicas.
En la apoptosis participan unas proteínas llamadas caspasas(caspasas de ejecución en este caso) aunque también depende de fenómenos proteolíticos.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Apoptosis
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272004000400005&script=sci_arttext
https://es.wikipedia.org/wiki/Apoptosis
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272004000400005&script=sci_arttext
Madalin T.
El artículo está muy completo.
ResponderEliminarAdrián M.R.
¿Cómo actúan las caspasas en la apoptosis?
ResponderEliminarBuen trabajo
Sergio B.C
Quedan muy claras las diferencias entre ambos procesos. Buen trabajo.
ResponderEliminarIrene N.F.
Muy interesante, es un tema muy curioso. Vital a la hora de estudiar citología e inmunología.
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